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HIPOTECAS
Préstamos hipotecarios
Un préstamo hipotecario consiste en recibir una determinada cantidad de dinero, capital, por parte de una entidad bancaria a cambio del compromiso de devolver dicha cantidad, más los intereses correspondientes (en base al tipo de interés), a través del pago periódico de cuotas que suelen ser mensuales.
La hipoteca es la garantía que el deudor ofrece al acreedor en forma de bien inmueble.

Proceso de obtención del préstamo hipotecario
Para obtener un préstamo hipotecario, es necesario ajustarse a los criterios de riesgo de las identidades bancarias, determinados en parte por Ley 5/2019.
Para ello, la entidad solicitará al cliente la documentación socioeconómica necesaria para garantizar que dispone de la capacidad de pago requerida para afrontar el pago de las mensualidades.
Una vez se aprueba económicamente la operación, es necesario realizar una tasación del inmueble garante del préstamo. De ello se encargan empresas homologadas por el Banco de España. La empresa tasadora emite un informe certificado de tasación es remitido a la entidad bancaria para su validación por el departamento técnico. Si todo es favorable, el banco emite la documentación precontractual del préstamo hipotecario (FEIN, FIAE, FIPRE…).
Esta documentación vincula a la entidad con el cliente, afianzando las condiciones pactadas.
En este momento podemos hablar de aprobación formal del préstamo, a falta de la elevación a escritura pública ante Notario que se produce el día que se perfecciona la compraventa.
Existen diferentes tipos de préstamos hipotecarios, las más comunes son las siguientes:
- Hipoteca a tipo fijo: La cuota a pagar es la misma todos los meses.
- Hipoteca a tipo variable: La cuota a pagar varía y se calcula en base a un índice de referencia (EURIBOR, IRPH…) al que se le suma el diferencial pactado con la entidad (%). Estas variaciones se producen de manera estándar por revisiones del índice de referencia cada 6 o 12 meses.
Responsabilidades y consecuencias de no pagar la hipoteca
La obtención de una hipoteca es una gran responsabilidad financiera, ya que implica pagar una cantidad de dinero significativa a lo largo de un período de tiempo largo.
Si el prestatario no cumple con los pagos, el prestamista puede ejecutar la hipoteca y tomar posesión de la propiedad, esto puede tener graves consecuencias financieras y personales, como la pérdida de la propiedad y una reducción en la calificación crediticia.
Es importante asegurarse de poder cumplir con los pagos antes de solicitar una hipoteca y buscar ayuda profesional en caso de dificultades financieras.
En conclusión, las hipotecas son una herramienta financiera útil para quienes buscan adquirir una propiedad.
Sin embargo, obtener una hipoteca implica una gran responsabilidad financiera y es necesario evaluar cuidadosamente la capacidad de pago y seleccionar el tipo de préstamo adecuado.
Es fundamental cumplir con los pagos de forma regular y evitar caer en mora, ya que las consecuencias pueden ser graves, en este sentido, es importante buscar asesoramiento profesional si se enfrentan dificultades financieras y tomar medidas preventivas para proteger el patrimonio personal.